«Señor embajador, por su intermedio, deseamos proponer a las autoridades de Gobierno de Venezuela una Mesa de Diálogo. Nos ponemos a disposición de ustedes”, señalaron en la misiva líderes de la Mesa Ampliada – UNE Chile.
En el contexto del escaso apoyo internacional que está recibiendo el gobierno de Nicolás Maduro, y en especial de las organizaciones evangélicas, llamó la atención la reunión sostenida entre líderes evangélicos de la Mesa Ampliada con el embajador de Maduro en nuestro país, Arévalo Méndez.
El 26 de enero pasado, los pastores Emiliano Soto, Erwin Castro y Eduardo Cid entregaron una carta al diplomático, donde se muestran preocupados por la «información recibida a través de los medios de comunicación» sobre Venezuela (ver foto).
«Como iglesias evangélicas chilenas, anunciadoras del Evangelio de Jesucristo, abogamos por la paz, la justicia, y no justificamos las guerras ni formas de gobierno que afecten los derechgos de las personas. No queremos que las bombas, las balas y los machetes sustituyan a un imperativo diálogo», expresaron.
La carta (que también fue firmada por los pastores Francisco Rivera, José Santis y Mario Muñoz) repudia una intervención militar extranjera, y una guerra civil fratricida, que sólo traería muerte y «situaciones difíciles de solucionar en el tiempo» y la «desestabilización de la región» latinoamericana.
«Señor embajador, por su intermedio, deseamos proponer a las autoridades de Gobierno de Venezuela una Mesa de Diálogo. Nos ponemos a disposición de ustedes”, concluye la carta.
Sin embargo, para la Juventud de Izquierda Cristiana, la reunión que ellos gestionaron representó una señal de apoyo evangélica a la campaña “Hands Off Venezuela” que organizó el chavismo.