El coordinador de producción en Sociedad Bíblica Chilena y director de ALFALIT Chile fue elegido rostro de una campaña masiva del Instituto de Salud Pública que busca sensibilizar sobre la donación de órganos. “Jesús fue el primer donante, dio su sangre y cuerpo en rescate de todos nosotros” comenta.
La experiencia de Eduardo Carrillo en donación de órganos se remonta al año 2000. Luego de 4 años recibiendo diálisis por una insuficiencia renal, fue favorecido para un trasplante de riñón que le permitió hacer una vida normal. Pero 15 años más tarde, durante un viaje ministerial a Ecuador, un virus oportunista afectó el órgano implantado, llevándole por segunda vez a diálisis el 2015.
Tuvo que esperar otros 2 años hasta que le avisaron de un riñón compatible con su cuerpo. Después de la operación luchó 7 meses con licencia médica hasta que su cuerpo aceptó el nuevo órgano, y recién en abril de este año cuando recibió el alta médica. “Adelgace como 15 kilos y después de hospitalizaciones, exámenes y visita a médicos no pudieron revertir el daños, enviándome a diálisis”, recuerda.
¿Cómo fue esperar ese nuevo trasplante?
Fue muy difícil, ya que me fui deteriorando rápidamente. No tenía fuerzas, me costaba mucho dormir, además no podía comer muchas cosas ni tomar mucha agua. Se hacía angustiante estar 4 horas conectado a una máquina. Al terminar volvía a la oficina muy agotado. Tuve que calificar para entrar a la lista nacional. Eso me causaba mucha angustia, veía que mi vida se detenía y no tenía proyección.
¿Qué se siente cuando llega la noticia de un nuevo órgano?
Fue de mucha emoción junto a mi esposa e hijos. Dimos gracias a Dios por esta hermosa noticia y nunca olvidaré la voz de la enfermera que me dio los pasos a seguir.
¿Qué pasó con el nuevo órgano?
Costó bastante mi recuperación. Tuve una segunda operación después del trasplante y finalmente después de 4 meses de probar varios remedios el riñón nuevo se adaptó a este nuevo cuerpo.
¿Cómo te sientes de ser rostro de una campaña para donantes?
Aún no se. No esperaba dar mi testimonio para crear conciencia. Dar un órganos es dar vida y esperanza cuando todo está perdido. Jesús fue el primer donante, dio su sangre y cuerpo en rescate de todos nosotros. Él es mi mayor ejemplo, espero representarle de la mejor forma posible.
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