Luego de una serie de publicaciones del Centro de Investigaciones Periodísticas de Chile, CIPER, donde supuestamente desvelan cómo se financia y organiza la «nueva política conservadora transnacional» en el continente, decidimos replicar un artículo de Jarbas Aragao, periodista de Gospel Prime, publicado hace 2 años, donde se advierte que la principal fuerza que está detrás de iniciativas como el aborto libre, la inmigración en masa, la ideología de género, feminismo radical, y matrimonio homosexual es la Open Society Foundations, organización dirigida por George Soros y que también financia una parte importante de los proyectos de investigación de CIPER, entre otras organizaciones sociales y políticas chilenas.
Esta es la primera entrega de la serie: Transnacionales del progresismo, desarrollada de forma independiente por más de 27 periodistas evangélicos para exponer las redes que la Open Society Foundations en la región latinoamericana. No contamos con el apoyo de ninguna universidad ni centro de periodismo, no respondemos a ningún interés económico, ni le rendimos cuentas a ningún magnate.
George Soros: una amenaza para los cristianos conservadores en Brasil
Los documentos de Open Society Foundations muestran que el multimillonario invierte mucho en «ideología de género».
Jarbas Aragao
Ese pequeño amigo suyo «experto de internet» que repite ese discurso contra la «ideología de género» aprendido en el aula de sus maestros de izquierda, apenas es consciente de que está haciéndole el juego a uno de los hombres más ricos del planeta, con una fortuna valorada en US$25 mil millones de dólares.
El nombre de George Soros ha aparecido constantemente como uno de los mayores promotores de conceptos anticristianos en el planeta. El año pasado, el sitio de piratería DC Leaks publicó docenas de documentos clasificados que muestran parte de las operaciones de Open Society Foundations, el buque insignia de pensamiento de Soros.
El material mostró, entre otras cosas, que el multimillonario estaba detrás de varios movimientos en las sociedades occidentales, destinados principalmente a atacar a los conservadores. En los Estados Unidos, miles de personas firmaron una petición en Change.org pidiéndole al presidente Donald Trump que impida que el multimillonario y su Open Society Foundation operen en los Estados Unidos.
Entre las muchas acusaciones estaba que gasta su fortuna tratando de cambiar, al aprobar leyes y mediante la prensa, la idea de la gente en temas como el aborto, el ateísmo, la legalización de las drogas, la educación sexual, la eutanasia, el feminismo, el control de armas y inmigración masiva. Su Open Society Foundations también promueve diversas experiencias en ingeniería social.
Según el experto del Instituto de Estudios Estratégicos Igor Pshenichnikov, esta agenda es global. «En su libro The Age of Fallibility, Soros admite que su objetivo principal es crear un mundo sin fronteras donde todos sean iguales y libres, donde los intereses de todas las minorías, especialmente las sexuales, no solo estén garantizadas, sino que prevalecen sobre los intereses de la mayoría».
También según Pshenichnikov, Soros es un gran entusiasta de una ideología de género «arraigada dentro del movimiento feminista y que hoy se ha convertido en una base sociopolítica de la sociedad occidental».
El experto señala que la agenda programática de este movimiento incluye «la despatogenización de las identidades sexuales y de género, junto con estrategias para despenalizar la prostitución, y reconocer legalmente la transexualidad como una normalidad psiquiátrica».
Todo esto se realiza a través del trabajo constante con la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde «trató de cambiar las clasificaciones internacionales existentes de los trastornos sexuales para que los postulados de la ideología de género «pudieran estar científicamente justificados».
En un texto publicado recientemente en el sitio web de Open Society, publicado en el Twitter oficial de Soros, lamenta el crecimiento en América Latina del «movimiento conservador».
Para Soros, la ideología de género es una «falsa narrativa» que de ganar momentum «los derechos de personas LGBTI están en peligro». ¿Quiénes son los culpables? Especialmente cristianos (con «significativo poder político» en la región) y que «buscan beneficios religiosos». Por lo tanto, argumenta, se necesita un ajuste de posiciones en 2018.
Señala a América Latina como su objetivo, citando a Brasil como un ejemplo de dónde él y su movimiento luchan por la legalización del aborto y el matrimonio gay, además de garantizar los «derechos LGBT» y los logros del feminismo.
Con una oficina abierta en Río de Janeiro en 2014, el director de Open Society en América Latina es el brasileño Pedro Abramovay, afiliado al Partido de los Trabajadores (PT) y que trabajó en el gobierno de Lula. El año pasado recibió US$34 millones de dólares para proyectos asociados en varios países de América Latina.