El pastor cristiano evangélico Youcef Nadarkhani, misionero de Irán, pasará un año más en la cárcel, porque la justicia de ese país quiere darle otra oportunidad para renunciar a su fe en Jesús. En el 2009, el poder judicial iraní condenó a muerte a Nadarkhani por apostatar contra el Islam.
Muchas organizaciones cristianas, defensores de los derechos humanos se han opuesto a la ejecución del pastor, lo que ha provocado que Irán mantenga aún en la cárcel a Nadarkhani, buscando la manera de cómo justificarse para llevar a la horca a este ex musulmán convertido al cristianismo.
Otro pastor en las mismas
La organización Christian Solidarity Worldview, dijo también haber recibido informes que otro pastor encarcelado en Irán, Behnam Irani, está sufriendo “frecuentes” agresiones de los reclusos. “Él está cumpliendo una condena de cinco años en la prisión Ghezel Hesar en Karaj, supuestamente por llevar a cabo una “acción contra la seguridad nacional”, según la agencia. Según este informe, los golpes han sido tan graves que ahora este pastor tiene dificultad para caminar.
“También es inaceptable que el régimen iraní, siga presentando legítimas actividades religiosas de las confesiones minoritarias como una amenaza a la seguridad nacional, y someta a las personas a penas de prisión injustas y prolongadas sobre esta base”, dijo Andrew Johnston, director del organismo.
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