El ministro Mañalich aseguró el sábado 28 de marzo (en su reporte diario sobre Coronavirus en Chile) que el foco de infección detectado en la ciudad lechera se había ocasionado dado que «una comunidad religiosa» se mantuvo realizando sus actividades, pese a las medidas decretadas de Fase 4. Esta información fue replicada en varios medios masivos, incluso publicando fotos de un templo evangélico donde (supuestamente) sus dos pastores, uno de sus hijos y varios feligreses resultaron contagiados.
¿El problema? Además de no presentar ninguna evidencia que respaldara esta tesis epidemiológica, los líderes evangélicos locales descartaron rotundamente que sus congregaciones hayan seguido funcionando con posterioridad al domingo 15 de marzo.
Además, el pastor Jenaro Bahamóndez, pastor de la Iglesia Asamblea de Dios Autónoma en Osorno, emplazó a las autoridades regionales y al ministro de Salud, Jaime Mañalich, a precisar la información, ya que si bien es cierto 54 de los 79 casos Covid-19 positivos en la Región de Los Lagos se concentra en esa comuna, unos pocos están relacionados con miembros de comunidades evangélicas: «Las aglomeraciones están en supermercados, bancos, entre otros puntos donde van las personas, incluidos los evangélicos», dijo a EMOL.
Hasta la fecha, el ministro Mañalich no ha rectificado o precisado sus declaraciones.
También el periodista y pastor evangélico Gerson Candia, de la Iglesia Reconciliación, escribió una nota en su perfil de Facebook, donde pone en perspectiva los hechos sobre supuestos contagios en «una comunidad religiosa» a la que hizo alusión el ministro de Salud, y que reproducimos a continuación, con permiso del autor:
Como Evangélico, pastor y representante de una comunidad de este credo, consideró realmente nefasto el manejo comunicacional del Gobierno de Chile, en la persona del ministro Jaime Mañalich. Al acusar de forma arbitraria y sin mayores antecedentes que el brote de Covid-19 en Osorno, se debe a un culto evangélico.
Es más, descriteriadamente y sin preguntar a la fuente fidedigna, el canal de televisión Mega entrega datos de una iglesia específica y el nombre de su pastor, señalando que éste está afectado de Covid-19, echando por tierra el derecho de guardar la privacidad del paciente.
Cabe destacar que la mayoría de las iglesias (y no sólo iglesias) juntas de vecinos, mercados públicos, reuniones sociales, etc; tuvieron el pasado domingo 15 de marzo sus cultos, juntas y reuniones normales. Después de esa fecha, el Ejecutivo decretó el Estado de Excepción Constitucional, prohibiendo las reuniones de más de 50 personas. Desde ese momento la totalidad de las iglesias, y la que yo represento, acatamos la medida, llevando nuestras reuniones a transmisiones online.
Ese día 15, el virus ya estaba siendo esparcido no solo por los EVANGÉLICOS, sino por todas personas infectadas por el mismo. Ese día 15 de marzo, nadie en Chile estaba consciente de la inoculación de este nefasta enfermedad. Después de esa fecha se tomaron la medidas, y como iglesia suspendimos nuestros cultos, acatando todas las restricciones.
Hoy por hoy, a alguien hay que culpar por el terrible manejo gubernamental de la enfermedad. Y qué mejor: ¡Culpar al inculto Pueblo Evangélico!
Señoras y señores, si existen casos en alguna comunidad evangélica, es por la simple razón que a su tiempo no se tomaron las medidas. Como también no se prepararon a las empresas, a los lugares públicos ¡a Chile entero!
Nadie ve los supermercados que hoy en día están atiborrados de personas. Gente que hoy (en medio de la cuarentena) visita la Feria de las Pulgas en esta ciudad, caminando y haciendo cola en los bancos.
Pero ¿quién tiene la culpa? Los evangélicos. Por favor, cada cuál hágase cargo y sea responsable de sus acciones.
Le pido a usted señor Gobernador Mario Bello, tomar las medidas del caso. No somos ignorantes, ni mucho menos gente anárquica que no sigue la reglas. Somos también CHILENOS, que sufren y se ven afectados por esta situación, que ha tomado otros ribetes. Han denostado nuestro credo y a pastores de testimonio intachable en esta ciudad.
Creemos en un Dios de Justicia, pero a la vez a pesar de las falacias y mentiras alrededor de este triste acontecimiento, resuenan las palabras del maestro en mi corazón:
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Mateo 5:11-12.