LAS PRIORIDADES SOCIALES
Pastor, además de ese “¡Basta ya!” en los temas valóricos y de la moral sexual. ¿Ustedes se hacen cargo de otras temáticas, que de pronto pueden tener un tremendo impacto en la vida de la gente? ¿Cómo dialogan bíblicamente con esas otras realidades?
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Queremos que la iglesia tenga una real presencia en lo que es el trabajo social de la población. La cuestión social viene en mi ADN. Hay muchas cosas que he hecho, y la gente no sabe, como llevar un cargamento especial de Temuco hacia arriba en invierno. Ahí nos dimos cuenta que la gente mapuche con sus animales se estaban muriendo por falta de alimentos. Hermanos nuestros que en vez ventanas de vidrio, tenían plásticos. ¿Cómo es posible que nuestros hermanos vivan así? Pastores muy modestos y sencillos hacia el sur, que no tienen cálefon para poder duchar a sus hijos con agua caliente. Hay gente que se levanta a las 6 de la mañana para hacer fila, yhay proyecto para comprar cafeteras para ir repartirles café gratis y unas 10 galletitas.
Es posible que nos den un terreno para un lugar de acopio en diferentes partes de Chile, donde tengamos colchonetas, frazadas, lámparas, y no esperar que haya una desgracia (los desastres característicos en Chile). No solo apuntamos al aspecto político, apuntamos también al aspecto social, educacional. Por todo este asunto que está ocurriendo.
Me escribió una profesora de una escuelita rural: “Obispo, yo no hallo que hacer. Aquí me están obligando a que haga clases incentivando a mis niños a la homosexualidad, no tengo a quién recurrir. Entonces, ¿qué es lo que pasa? Uno ve qué las unidades pastorales no hacen nada, solamente entre ellos conversan. ¿Tenemos la estadística de cuantos posibles maestros y que tienen que ver con la educación a través de Chile? Hagamos un congreso para profesores. Ellos pueden hacer un frente común para enfrentar estas situaciones. Hay mucho, mucho trabajo que viene, y queremos abarcar todos estos espacios.
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