Dice que tenía planes de descansar, salir de vacaciones, pero decidió quedarse y volver a la arena pública luego que el presidente Piñera promulgara la Ley de Identidad de Género, en noviembre pasado: “Hoy firmo juicio sobre esta nación. Hoy se burló de los Cristianos. Pero hoy, lucharé junto a los que me apoyen por una impactante Unidad Nacional”, fue la advertencia que escribió en Facebook. El mensaje se viralizó, y en diciembre logró organizar una primera reunión masiva en Santiago, donde levantó la consigna “¡Basta ya!”. Durante todo el verano estuvo trabajando con asesores y encargados en mesas de trabajo temáticas. Conversó con nosotros de este proyecto que se materializó bajo el nombre de Red Evangélica de Unidad Nacional (REDUN).
Israel Vilches y Exequiel Gallardo
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O ingrese aquí con sus credenciales: [groups_login] [/groups_non_member] [groups_member group=»Suscriptores»]-Después de la primera convocatoria en Santiago, donde el pastor (Eduardo) Herrera, alguien dijo: “Obispo, pero yo no vi ningún pastor de connotación, vi pastores pequeños”. Yo le dije: “No ando buscando la connotación. Si quieren agregarse, mejor. ¡Gloria a Dios!”
¿Alguno de los líderes de las grandes agrupaciones pastorales se ha acercado a decirle: Cuente con nuestro apoyo, veamos cómo colaborar juntos?
–Sólo el Desayuno Pastoral Interdenominacional (DEPAIN), Pedro Soto, Iván Zamorano. De los demás, está Cristianos por Cristo y por Chile, del pastor Alejandro Barahona. Pero de las otras organizaciones no tenemos apoyo, ni lo estamos buscando tampoco.
¿Cómo les ha ido sumando colaboradores a REDUN?
Tenemos cerca de 2.000 personas, y unos 100 pastores. No nos hemos dedicado mucho a buscar gente porque queremos formar bien las bases, la visión la misión y por la envergadura de REDUN tenemos que formar diferentes redes, y eso requiere buenos facilitadores para cada área de trabajo. Estamos buscando los facilitadores, la gente idónea.
Cuéntenos de se trata ese ¡Basta ya!
– La consigna «¡Basta ya!» surge luego que Piñera promulgara la Ley de Identidad de Género. Nos sorprendió a todos y todavía nos sorprende la actitud del Presidente (que es de derecha) y ahora quiere pasar leyes de izquierda.
– Entonces, me indigna lo que está pasando. ¡Hasta cuando, basta ya! Si somos un pueblo que puede hacer grandes cosas. Fue cuando Dios me habla. Yo sentí que Dios me dijo: «Hédito, no tengo otro. Son pocos con los que puedo contar en este país. ¿Dónde voy, dónde acudo? Son pocos los que están dispuestos”.
Espinoza se emociona recordando el acto de Piñera en La Moneda, cuando celebró la nueva Ley de Identidad de Género, recalcando que era “un avance, pero no la solución” definitiva y que se requería avanzar en “un cambio cultural”.
– Tengo 76 años, mi parcela, mi esposa, nuestros hijos casados, profesionales. Podría descansar, pero Dios me llama.
¿Está decepcionado del presidente Piñera?
– Estoy muy decepcionado. Yo trabajé por el presidente Piñera, viajé mucho de norte a sur.
¿Tenía buenas expectativas de lo que él podía hacer en este sentido?
– Sí. Yo recuerdo las veces que él nombraba a Dios en su discurso. Tenía más expectativas.
Pastor, pero si era evidente lo que él iba a hacer, desde un principio. Era cosa de escuchar a los que ahora son sus ministros, sus diputados y senadores. ¿Para usted de verdad fue sorpresa que ellos iban a impulsar todo esto?
– Yo reconozco que fui un incauto. Por eso basta ya que nos metan el dedo en la boca. A mi me preocupa José Antonio Kast, que está pololeando con pastores y ellos se están reuniendo con él. ¿Es el hombre, no es el hombre? ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo sellar un compromiso, pero escrito, un pacto… algo. No podemos entregarnos así.
Es que ellos pueden decir muchas cosas en campaña ¿Qué capacidad tiene el pueblo evangélico para hacer cumplir lo que ellos prometen?
– Eso tendremos que trabajarlo, me imagino yo, con los que ya son políticos, los abogados, como poder amarrar una cosa así, no ser tan crédulos.
Si hoy los líderes evangélicos convocan a una marcha, llegan muy pocas personas…
– Porque no tenemos gente que convoque. Los que más convocan es la Marcha por Jesús, pero fue utilizada, y no para marcar una presencia. Se manipuló, transaron, vendieron la Marcha por Jesús, en el sentido que les dieron permiso para sacar un cartelito contra el aborto. Yo creo que con tiempo podemos convocar a una gran marcha, en 1 o 2 años más, y marcar una presencia importante.
Ya hay varios referentes, tantas instancias. Prácticamente cada año aparece una nueva agrupación de pastores o hermanos. ¿Por qué usted cree que REDUN va a poder sumar al resto y no generar un grupo aparte?
– Hay una gran diferencia. Primero que ninguna instancia pastoral representa a todo el mundo evangélico nacional. En una ciudad, hay 2 unidades pastorales, 60 pastores y están divididos, esa es la realidad. REDUN no es una nueva organización de pastores. Por el contrario nosotros motivamos a que los pastores no se salgan de ninguna agrupación, que permanezcan ahí. Segundo que REDUN no agrupa sólo a pastores, agrupamos a la familia, aquí también hay jóvenes a nivel laicos.
– El estar divididos ayuda al ambiente político, a ellos les conviene. Ese «¡Basta ya!» por lo menos en el caso mío, es porque me cansé que la iglesia sea utilizada. Me cansé de que muchos liderazgos evangélicos busquen protagonismo más que servir a la iglesia.
«No estamos apoyando partidos, pero si a personas, en el futuro que ese candidato que vaya por un partido apoyarlo, siempre que esté dentro de los principios de REDUN».
Hédito Espinoza, pastor y obispo evangélico
¿Tienen alguna propuesta para relacionarse con el mundo político?
– Unidos en la Fe (el partido político evangélico) vinieron a conversar con nosotros. Los recibimos y me pareció que hay excelente gente ahí, y les aclaramos que nosotros vamos a apoyar personas, pero no a los partidos. Ni tampoco en el futuro queremos ser un partido. Sabemos que cuando esto prenda van a pedir que conversemos. Para eso tenemos que tener una escuela de gobierno, donde tengamos una propuesta. Porque una de las cosas que critican al pueblo evangélico es que no tenemos ninguna propuesta. Nos dicen: ¿Y qué es lo que quieren? No hay nada. Queremos gente que pase por una escuela de servicio y gobierno preparar a nuestra gente, que pasen un examen, que sean preparados en el léxico. Hay muchos que hoy son concejales y no saben qué es lo que hacen ahí.
¿Van a parar el dedo?
– Nada más que eso. Es una vergüenza para el evangelio.
Pastor, así la firme. ¿Quiere alguna candidatura? ¿Va para senador?
– Me alegro que me lo preguntes. No, no. Te lo digo delante del Señor Jesús. Si un día hago algo distinto, échemelo en la cara. Yo no me rebajo como siervo de Dios para tener ningún cargo político. El senador Larraín me invitó a almorzar hace como seis años para la última elección de senadores. Me dijo: “Quiero que usted sea nuestro candidato a senador por el Biobío”, y lo rechacé. Porque desde que comencé siento que de alguna manera soy un abridor de caminos para que otros sigan. Hay muy pocos que quieren pagar el precio de meterse la mano al bolsillo, dejar de lado su propio pastorado, viajar de norte a sur, y hacer algo en esta nación, muy pocos los que están dispuestos.