Mientras los cristianos se reunían para celebrar la Resurrección de Cristo este domingo, ocho explosiones golpearon tres iglesias católicas, cuatro hoteles y una casa donde se reunían. Un portavoz de la policía confirmó a Puertas Abiertas que, al cierre de la jornada, el total de muertos alcanzaba las 290 personas y más de 500 heridos.
Las explosiones ocurrieron en la Iglesia de San Antonio en Kochcikade, Colombo, en la Iglesia de San Sebastián en Negombo, en la Iglesia de Sión en Batticaloa, en el Kingsbury Hotel y en el Cinnamon Grand Hotel en Colombo.
Sunil, un cristiano en Sri Lanka dijo: «Este es un momento muy doloroso para los cristianos en el país», comparte. «No sabemos quién lo hizo ni por qué, pero sabemos que la persecución aumenta en estas fechas. La Iglesia de Sión es una de las iglesias más grandes de Batticaloa. Por favor, oren por nuestros durante este tiempo”.
Según Reuters, las autoridades dijeron que algunos de los ataques fueron suicidas, lo cual causó una represión inmediata. El gobierno de la pequeña isla frente a India declaró el toque de queda y bloqueó el acceso a la mayoría de las principales redes sociales y sitios de mensajes.
Sri Lanka, con una población cercana a los 21 millones de habitantes, es mayoritariamente budista. Suponen el 70% de la población del país, que tiene además un 12% de hindúes, un 10% de musulmanes y un 7% de cristianos. Supuestamente un grupo radical budista (posiblemente el Bodu Sala Sena o la Fuerza del Poder Budista) estaría detrás de esta masacre.
Sri Lanka ocupa la 46ª posición en la Lista Mundial de la Persecución 2019 y así como en otros países donde existe persecución, los cristianos se vuelven más vulnerables a los ataques en el período de la Pascua y en otras fiestas cristianas. Actualmente, más de 245 millones de cristianos son perseguidos en el mundo.