- El sábado 27 de octubre pasado se realizó en 32 ciudades de Chile la Marcha Por Jesús 2018. Según los organizadores, ha sido la más masiva en los 10 últimos años, y sólo en Santiago se calcula que participaron más de 100.000 personas, que se movilizaron desde 4 columnas.
La Marcha por Jesús ha sido siempre una oportunidad en que las iglesias evangélicas exaltan, en familia, la obra de Cristo por las calles. Los creyentes entonaron cánticos tradicionales y elevaron consignas relativas a nuestra fe. Sin embargo, este año algunos movimientos vieron en esta convocatoria una tribuna para invitar a manifestarse en contra de la ideología de género.
«Unos pocos no quieren tener hijos, quieren abortar, pero sí se sienten con autoridad de enseñar a nuestros hijos en la perversión, y eso no se los vamos a permitir», expresó el hermano Emilio Segura, mientras esperaba el inicio de la celebración en Santiago.
Para asombro de todos, en una de las columnas se registraron graves incidentes, cuando grupos anarquistas atacaron (sin mediar provocación) con piedras, palos y bombas incendiarias a los hermanos y a los pocos policías que resguardaban la manifestación.
En las imágenes se aprecia el momento en que personas de todas las edades, incluso niños y niñas, también ancianos indefensos, deben arrancar por su seguridad. Se registraron al menos 10 heridos, 2 de ellos de gravedad.
«Les gusta la sangre, les gusta la violencia. Cuando hay un grupo de gente hermosa, que va por la paz, por la familia, hacen esto. Esto es lo que avala mi país. ¿Quiénes son los responsables de esto?», preguntaba indignada la pastora Angélica Pino, mientras ayudaba a uno de los heridos de gravedad (en la cabeza).
Lo que los organizadores no imaginaban era que un grupo nacionalista denominado Movimiento Socialpatriota, que también se opone a la ideología de género (y que ha cobrado notoriedad en Chile por sus frases violentas contra los inmigrantes y las minorías sexuales) se auto convocaría en esa columna, sin que los cristianos pudieran evitarlo. Este hecho provocó la ira de grupos anarquistas y antifascistas, que llamaron a sus bases (por redes sociales) a boicotear la fiesta evangélica ese mismo día.
Así las cosas, la Marcha por Jesús fue utilizada este año por grupos ajenos al cristianismo para levantar sus propias banderas, lo que no fue impedimento para que los hermanos evangélicos se mantuvieran marchando firmes y adelante, como huestes de la fe, eso a pesar de las constantes provocaciones de los grupos de la izquierda radicalizada.
«Veníamos por el (edificio) Diego Portales (GAM) y de repente se metieron por entremedio de la gente. Empezaron a tirar piedras, a ellos no les importó si había niños… ¡nada! Nos defendimos, yo también pegué porque ya era mucho. Igual esa no es nuestra forma, no estuvo bien. Hay un grupo infiltrado ahora, son como 10», relató cuando ya la Marcha estaba frente a La Moneda uno de los lesionados, el hermano Victor Antión, mientras era atendido en una ambulancia.
De cualquier manera, los organizadores de la Marcha por Jesús creen que la convocatoria este año consiguió su objetivo: exaltar a Cristo en medio de la sociedad chilena.
«Estamos contra de la ideología de género, es verdad. Pero nuestro mensaje central, prioritario, es Jesús. Y no se, cuando ellos salen, nosotros no salimos a molestarlos a ellos. ¿Por qué cuando salimos ellos nos violentan? Yo no entiendo eso», expresó ese día el pastor Juan Carlos Reyes, obispo de Red Belén y coordinador general de la Marcha por Jesús.
«Me parece que ha sido un ambiente maravilloso, donde la gente está honrando y bendiciendo el nombre del Señor, y creo que estamos haciendo una presencia importante. Creo que hasta el momento el Señor se está glorificando y damos gracias porque la Iglesia está despertando. Y que el Señor tenga misericordia de estos grupos minoritarios que quieren con violencia asustarnos o destruir lo que el Señor quiere hacer», expresó por su parte el pastor Daniel Anabalón, capellán evangélico en La Moneda.
El diputado evangélico (RN) Eduardo Durán se mostró preocupado por los hechos de violencia que empañaron la marcha. «Es muy lamentable lo que ocurrió hoy día. Puesto que el mundo evangélico, los hermanos en la fe, marchan por la paz, por la vida, por restaurar la familia, por restaurar la condición caída de mucha gente en nuestro país», comentó a Cosmovisión.
Finalmente la alabanza a Dios, la oración por la patria y el deseo de bendecir a los adversarios del Evangelio se impusieron sobre el escenario. La hermana Gladys Muñoz y la hermana Roxana Contreras fueron 2 de las presentaciones que elevaron los corazones de los presentes en alabanza.
«Escucha nuestras oraciones. Por la reforma de migración, necesaria justa y completa. Dios Padre, bendice a las autoridades de Chile», oraba el pastor Andy Jaja, quien es nigeriano y trabaja desde hace algunos años en Chile.
«Tiraron piedras, y gente con palos (…) Nosotros veíamos ahí la desesperada intención de Satanás que fue cortada una vez más (…) Nos han hecho un gran favor, por primera vez todos los canales de TV nos pescaron. No entendían nada. La valiente columna oriente seguía marchando, gritando: ¡Cristo Vive! ¡Cristo Vive! Después cambiaron: ¡Los amamos! ¡Los amamos! a nuestros enemigos, aleluya», dijo durante la predicación el pastor Alfred Cooper, obispo de la Iglesia Anglicana de Chile, sobre los incidentes más temprano.
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