Cientos de manifestantes se congregaron hoy desde las 10:00 am frente al Palacio de La Moneda en Santiago para presenciar la llegada a Chile del «Bus de la Libertad». La iniciativa, conocida internacionalmente por levantar una protesta de los padres en contra de la promoción de la Ideología de Género en las instituciones que tienen al cuidado sus hijos, es coordinada en nuestro país por el Observatorio Legislativo Cristiano y Padres Objetores de Conciencia, entre otras organizaciones.
En el caso de Chile los mensajes elegidos para el llamativo bus fueron 3: «Con mis hijos no se metan», haciendo referencia al derecho preferente de los padres en la educación de los hijos (reconocido en la legislación chilena y también por pactos internacionales), «Más Familia, Menos Estado», como un reclamo por la situación de los niños que están actualmente bajo el cuidado del Estado, en el Servicio Nacional de Menores (SENAME) por ejemplo, y «Nicolás tiene derecho a un Papá y una Mamá», aludiendo al controversial libro de «educación sexual en la diversidad» editado por el colectivo progay MOVILH y distribuido por la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) en 2014.
Y al igual que en otros países donde se ha puesto a rodar, la confrontación no estuvo ausente. Desde que el bus naranjo asomó su nariz por el Centro Cívico de la capital (a esa hora cubierta de densa niebla) fue recibido enérgicamente tanto por partidarios como detractores. Estos últimos detuvieron la marcha del vehículo, lo golpearon y lo rayaron. Algunas de esas personas fueron detenidas por la policía. A esa misma hora llegaban al mismo punto representantes gremiales de taxistas y pescadores, por lo que el tránsito estaba cortado y había un imponente despliegue de Carabineros.
Por más de 2 horas partidarios y opositores del polémico bus permanecieron en el lugar lanzando sus consignas. Eventualmente intentaban explicar sus posturas a los medios y dialogar con uno que otro adversario, sin mucho éxito.
Al mediodía los seguidores del «Bus de la Libertad» se reunieron frente a la Intendencia Metropolitana de Santiago y marcharon en dirección al oriente: casi 5 cuadras de personas, jóvenes, familias, padres y madres con sus hijos, portando pancartas alusivas a las consignas de la campaña.
La columna subió luego por Miraflores hacia el norte y terminaron frente al Museo Nacional de Artes. Justo en ese momento, el «Bus de la Diversidad» (una campaña alternativa de MOVILH y la ONG Miles, que emplea un vehículo de color azul) pasaba por el Parque Forestal, donde arribó casi al mismo tiempo un grupo de 50 activistas de la diversidad sexual.
En ese sector se produjo un encuentro bastante tenso entre ambos bandos, donde a escasos metros de distancia los activistas progay increpaban y lanzaban consignas ofensivas hacia quienes venían marchando (que a esas alturas cantaban alabanzas), lo que motivó la intervención de Carabineros.
Usando la fuerza con excesivo ímpetu, la policía intentó dispersar a los manifestantes con el carro lanza-aguas, que tuvo como respuesta piedras y golpes.
Hubo heridos entre los efectivos de Fuerzas Especiales y más de 35 detenidos al final de la jornada. También agresiones físicas de individuos aislados en ambos grupos, que empañaron parcialmente lo que fue una gran convocatoria.
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