Son nada menos que 4 los referentes que buscan conquistar al votante evangélico este año. Señalan que no están disponibles para negociar con la izquierda ni con la derecha política. Aunque su principal desafío es obtener reconocimiento del Servicio Electoral (SERVEL), están seguros que tendrán las firmas de militantes a tiempo y que ganarán algunos escaños en la Cámara y el Senado. Además se asoman 2 candidatos a La Moneda.
[PARTIDOS EVANGÉLICOS EN CONFORMACIÓN]
Partido Nuevo Tiempo. Están trabajando por conformarse en Arica, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo. Es liderado por el ingeniero Josué Cortés.
Partido Unidad Cristiana Nacional. Aun no se constituye, pero buscaría conformarse en La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Lo encabeza el abogado Edgardo Sepúlveda.
Partido Unidos en Fe. Se está conformando en la zona centro del país, Santiago, Valparaíso y O’Higgins. Es liderado por el pastor Danny Molina, y apoyará como candidato presidencial a Franco Parisi.
Partido Cristiano Ciudadano. También apunta a conformarse en Santiago, Valparaíso y O’Higgins. Es dirigido por el cientista político Abraham Larrondo, quien además es su candidato presidencial.
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Josué Cortés, Partido Nuevo Tiempo: “Es súper imprudente llevar un candidato presidencial hoy día”.
Fue el partido evangélico en constituirse, y dicen que se han tomado todo el norte del país, con equipos de trabajo también en Santiago y Rancagua. Su presidente, Josué Cortés, dice que tienen planes al largo plazo.
“Un partido político no puede tener un fin electoral, para llevar un candidato a la presidencia de la república si no hay una visión transformadora de la sociedad. ¿Qué pasa si se forma un partido, y no sale electo su presidente? ¿Va a desaparecer? A mediano plazo buscamos posicionar una bancada evangélica sólida, que en 4 u 8 años más nos permita postular un candidato a la presidencia. Sin una red de apoyo para sustentar un gobierno, hoy día es súper imprudente llevar un candidato presidencial, considerando que no tenemos gente en puestos clave”, argumenta.
El dirigente asevera que su partido se mantendrá al margen de apoyar cualquier candidato que no sea de las filas evangélicas. “Tenemos un reglamento que nos impide hacerlo. Hay que ser muy cuidadosos con las señales que damos”.
Cortés tiene claro que los evangélicos no votan necesariamente por candidatos evangélicos, y que primero se debe persuadir a los hermanos que participen en política. “Si no tomamos acciones frente a un Gobierno y a un Congreso muy ideologizado, las consecuencias van a ser desastrosas”, advierte.
Respecto a potenciales alianzas políticas, Josué Cortés señala que aspiran a ser una nueva fuerza parlamentaria independiente. “La visión que Dios nos entregó es comenzar a establecer su Reino en el Gobierno de Chile, y para eso no vamos a tranzar con ningún partido político o candidato que se acerque al mundo evangélico por un fin electoral. Nosotros lo tenemos todo para llegar al parlamento y ser un buen gobierno, sin depender de nadie. No vamos a pertenecer ni a la Nueva Mayoría, ni a Chile Vamos, ni al Frente Amplio, ni cualquier otro referente que se forme”, remata. 1884
Abraham Larrondo, candidato presidencial del Partido Cristiano Ciudadano: “Somos los únicos con un proyecto valórico que representa el ideario cristiano”.
En el Partido Cristiano Ciudadano también trabajan para recibir el reconocimiento del SERVEL en 3 regiones del país, aunque su foco está en Santiago. Al igual que en los otros referentes, buscan impulsar la agenda valórica que representa al mundo cristiano evangélico. Su presidente, Abraham Larrondo, tiene experiencia en este ámbito, cuando en 1996 conformó el partido Alianza Nacional Cristiana.
“En aquel entonces había toda una aversión de la iglesia hacia la política, y era mejor esperar una circunstancia mejor. Ahora vino toda esta crisis valórica y nos vimos enfrentados a un país que rechaza abiertamente nuestros principios. Empezaron a legislar contra lo que nosotros pensamos, sentimos y creemos. Y hoy te encuentras que hay un grupo minoritario que está queriendo legislar contra nosotros y quieren imponerse sin ninguna consideración. No quedó otra que organizarse de forma seria”, afirma.
El Partido Cristiano Ciudadano quiere ir un paso más adelante: además de elegir congresistas y consejeros regionales en la próxima elección, el mismo Larrondo irá en primera vuelta como carta presidencial. Afirma que la gran diferencia de su candidatura con la otros aspirantes a La Moneda es la coherencia con el pensamiento evangélico: “Que un grupo evangélico esté apoyando alguien sin la maduración doctrinaria sobre el matrimonio me parece una aberración doctrinaria. Nosotros somos los únicos con un proyecto valórico que representa el ideario cristiano. Otros candidatos que vienen del sincretismo político-religioso de otros partidos no son de nuestra cosmovisión”. También señala que más allá de la agenda valórica tienen un conjunto de 11 propuestas iniciales, donde la superación de la pobreza es prioridad uno. “Para eso necesitamos generar crecimiento económico. Un país que no crece sobre el 5% anual no tiene cómo resolver el problema de las pensiones, de la educación y la salud”, explica Larrondo.
Danny Molina, presidente del Partido Unidos en la Fe: «Parisi Impregna el verdadero servicio, no se ha vendido».
Otra carta que irrumpió en la carrera presidencial fue Franco Parisi. La sorpresa: se lanzó apoyado por el Partido Unidos en la Fe, que es liderado por el pastor Danny Molina, de la Iglesia Generación de Adoradores y ex presentador del Matinal de TNE. Aunque reconoce no tener formación política previa, recuerda la experiencia de su padre (también pastor) como consejero del alcalde Pedro Isla, en San Ramón. “Me di cuenta que en el mundo político hay mucha gente que necesita de acompañamiento espiritual, más allá del interés electoral que la mayoría tiene”, señala.
Molina dice que no tiene aspiraciones electorales. La plataforma que están construyendo nace al observar que el Congreso avanza en una dirección contraria al pensamiento cristiano evangélico: “¿Pensé: cómo es posible que el mundo cristiano se preste para eso? Y como pastor me sentía muy mal”, relata Molina. Entonces conoció por medio de un amigo a Franco Parisi. “Él estaba con problemas, y quería oración. Y pudimos ministrarlo en medio de esa situación. Él no llegó donde un pastor para recibir apoyo electoral, sino para ser acompañado espiritualmente”, descartando así que existan otros intereses.
En Unidos en la Fe se describen como una plataforma para el mundo cristiano y todas las personas que creen en los valores en la práctica política. De ahí el apoyo a Parisi “El principal problema de Chile no es la falta de recursos, sino la falta de valores. No sólo en temas de moral sexual, sino en la práctica de vida. En temas como la AFP por ejemplo, se ha legislado pero a favor de los grupos económicos”, subraya. Sobre las otras opciones que buscan el voto evangélico, asegura Parisi tiene opciones reales de salir electo como presidente. “Impregna el verdadero servicio, no se ha vendido. Ha construido plataformas en su historia, tienen un proyecto hecho”, añade Molina.
Edgardo Sepúlveda, presidente Partido Unidad Cristiana Nacional: “Queremos candidatos evangélicos, pero tenemos que ir de abajo”.
Apoyado por los pastores del sur, Unidad Cristiana Nacional se está posicionando desde la Araucanía hasta Los Lagos, y colaborando con otros referentes políticos evangélicos en Aysén, Bío-Bío y O’Higgins. Dada la complejidad de La Patagonia deberán concentrar sus esfuerzos en 24 comunas que abarcan distritos enormes.
Su presidente, Edgardo Sepúlveda, es miembro de la Iglesia del Señor. Abogado litigante, profesor de derecho civil, ingeniero comercial, magister en economía, y licenciado en teología de la Iglesia de Dios. Fundador de CONFAMILIA y constituyente de CUPECH (Coordinadora de Unidades Pastorales Evangélicas de Chile, la más grande del país). “En este momento no tenemos a quién nos represente en el Congreso. La ideología que predomina es el humanismo, no tenemos a nadie que coincida con nuestros principios”, lamenta.
Sobre un eventual candidato a Presidente de las filas evangélicas, es crítico: “Para ser presidente necesitas 2 millones y 500 mil votos, pero 4000 personas para gobernar. No creo que estemos en condiciones, para nada. Lo único que haríamos sería dar pena. Queremos candidatos evangélicos, pero tenemos que ir de abajo. Construir con bases sólidas, dándole tiempo a tiempo. Una vez que estemos constituidos, que vayamos a esta elección y obtengamos 1 o 2 diputados, ahí conversemos. El partido que le vaya mejor, en mi opinión, es el que debería permanecer”. Sobre las opciones presidenciales es categórico: “No podemos apoyar a una persona como Parisi, que tiene un lineamiento liberal y que ha manifestado tener perfecta coincidencia con la ideología de género. Respecto Piñera en su primer gobierno lo que hizo fue impulsar leyes contrarias a la Palabra de Dios. Para el pueblo evangélico de Temuco al sur no es digno de apoyar. Ossandón se ha mostrado dispuesto a legislar sobre el proyecto de Identidad de Género. La única persona que nos queda, aunque no sea evangélico, es José Antonio Kast”, concluye.
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