[OPINIÓN] El valor de La Paz, el dolor de la violencia

FOTO: EFE/ Jiji Press.

Por Victor Olivares

Docente en el Seminario Teológico Bautista

Pastor Iglesia Bautista de Macul e Iglesia Bautista El Redentor

 

En estos dias (06 y 09 de agosto de 1945) se conmemora un aniversario más del bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki respectivamente. El tango Cambalache de José Santos Discepolo describe muy bien el Siglo XX: Dos guerras mundiales en menos de 50 años. La segunda, termina con la rendición de Japón después de este ataque atómico. Y antes había ocurrido lo de Pearl Harbor.

El ataque, donde murieron unas 250 mil personas aproximadamente, fue ordenado por el entonces presidente de USA Harry S Truman, que cuando niño asistió a la Escuela Dominical en la iglesia de su ciudad. ¿Quién le enseñó la Biblia a Harry Truman? y ¿Quién le enseñó la Biblia al profesosr o la profesora de la Escuela Dominical que le enseñó a Harry? Y asi vamos hacia atrás en una cadena interminable.

Y llegamos a tomar conciencia de la importancia no sólo de leer la Biblia sino de aprender a interpretarla.

Si usted encuentra que eso requiere de mucho tiempo, esfuerzo y recursos y considera que necesita aprender a interpretar la Biblia pero no tiene cómo lograrlo, le sugiero que se enfoque en Jesús.

El es la clave para entender el mensaje total de las Sagradas Escrituras. Jesús rechazó la violencia, refriendose explicitamente al tema en el Sermón del Monte y ordenando a uno de sus hombres, cuando lo guardias romanos lo cercaron en el Getsemaní: «Guarda tu espada: el que a espada hiere a espada muere».

Jesús está en contra de la violencia, pero no contra de la resistencia pacifica. Quienes se auto-definen como «cristianos o cristianas» no podemos estar a favor de ninguna clase de violencia, ni con ninguna guerra.

Pero no se trata de una opción teórica, filosófica, se trata de enraizar y afianzar esta posición teórica en una conducta cotidiana, doméstica. Como peatones, como automovilistas, en el diario vivir debemos aprender a valorar la paz, la armonia, la sana convivencia.

¿Que la muerte de Jesús fue violenta? Claro que lo fue, pero El fue la víctima. Y, hasta el dia de hoy, El siempre está del lado de las víctimas de la violencia, sea quien sea.

TRABAJEMOS INCANSABLEMENTE POR LA PAZ.

«Bienaventurado los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios», Mateo 5:9

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