[CRISIS] Partido Cristiano Ciudadano fracasa en inscribirse y Larrondo queda fuera de la carrera presidencial

  • Este referente político evangélico no alcanzó a conformarse como partido propiamente tal, quedando sin la posibilidad de presentar candidaturas propias en la elección de noviembre, incluyendo la de su abanderado presidencial, Abraham Larrondo.
  • En total 12 partidarios (7 de ellos fundadores) renunciaron al proyecto (incluyendo el vicepresidente, abogado Alfredo Quezada) calificando como “dictatorial” el liderazgo del cientista político Abraham Larrondo.

Hace tiempo se venía rumoreando (con acusaciones cruzadas) de una grave crisis al interior del Partido Cristiano Ciudadano (PACC). Dicho referente evangélico en formación encabezado por Abraham Larrondo, no alcanzó a conformarse como partido propiamente. Y cuando todo parecía indicar que la historia terminaba ahí, un total 12 adherentes (de ellos 7 dirigentes y fundadores) renunciaron ruidosamente al proyecto, haciendo duros cuestionamientos al liderazgo de su (todavía) presidente, el cientista político Abraham Larrondo.

En un comunicado, los desafiliados de PACC exigieron que Larrondo “comunique de manera clara, veraz y oportuna que no estará en la papeleta como candidato a presidente en las elecciones de noviembre del presente año, el pueblo evangélico y la sociedad toda debe saber la verdad”.

Por su parte el ex aspirante presidencial fracasó en reunir dentro del plazo las firmas necesarias para ir como independiente, y acusó a los disidentes de “una crisis de conspiración”. La actual directiva señaló en un comunicado (firmado por los pastores David Mena y Gabriel Torres, presidente titular y subrogante del Tribunal Supremo, respectivamente) que los miembros fueron sometidos a proceso por dicha instancia, y que en realidad Quezada fue expulsado. Otros miembros, incluyendo la tesorera Ana María Vallejos, corrieron la misma suerte. La razón para ser suspendidos y haber sido puestos en proceso de expulsión sería «el descrédito hacia el partido y su directiva».

Los aludidos acusaron también en el comunicado que Larrondo posee un «deficiente liderazgo», y que para él pesa más su interés personal que el colectivo: “Hemos sido víctimas de una campaña sucia en donde se nos indica como los detractores, traidores, difamadores, conspiradores, cizaña y la oposición, sólo por el hecho de no estar de acuerdo con las irregularidades de don Abraham Larrondo Vega y don Juan Lemuñir Guevara, en lo referente a no respetar los Estatutos y actuar de manera dictatorial no considerando a su Directiva en la toma de decisiones”.

“En el mensaje, Larrondo no ha economizado adjetivos, para descalificar al hermano Alfredo Quezada, como el cerebro de la conspiración”, explicó el pastor Rodolfo Torres, de Chile Cristiano.

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La versión de Alfredo Quezada, el ex vicepresidente: «Larrondo no respeta nada».

El día 31 de julio renunciaron en masa al PACC varios directivos: El jefe de la comisión política, Fabián Torres, el jefe de campaña, Esteban Caro Román, y el consejero espiritual del partido, pastor Edmundo Portilla. Asimismo el encargado de comunicaciones, Pablo Curimil, y tres de los directivos del partido: la segunda vicepresidenta, Claudia Vásquez, la tesorera, Ana María Vallejos, y Alfredo Quezada, el primer vicepresidente y asesor jurídico, quien fuera también precandidato a diputado del PACC.

Es decir: de 5 miembros de la directiva, renunciaron 3. Además se sumaron otros liderazgos, como los secretarios del Biobío, Juan Carlos Céspedes, y de Valparaíso, Angélica Céspedes, y un miembro del Tribunal Supremo, Juan Carlos Arias, totalizando 12 miembros (7 de ellos fundadores). Sólo quedó junto a Larrondo el secretario Juan Lemuñir Guevara, al que también criticaron en el comunicado.

Trascendió incluso que antes, Larrondo cambió a la tesorera (Vallejos) y designó en su lugar a Felipe Miranda, porque ella habría pedido detalles en rendición de cuentas, y esto habría importunado al presidente Larrondo. Algo similar habría pasado con la segunda vicepresidenta (Vásquez), a quien el líder reemplazó por Nicole Maluenda. En ambos casos ellas todavía no habían renunciado al cargo ni al partido. Al respecto, no pudimos obtener declaración de las personas involucradas.

“Simplemente porque las cosas no se han hecho bien. Todo esto por estatuto no puede ser, porque para pertenecer al directorio provisorio es necesario ser fundador, y ninguno de ellos lo es», afirmó el abogado Alfredo Quezada, vicepresidente el PACC hasta su renuncia.

Quezada afirma que Larrondo removió (aunque no en el papel) al presidente del Tribunal Supremo, el obispo David Mena, y que puso al pastor Gabriel Torres como subrogante (de hecho, ambos aparecen firmando la declaración pública del PACC). «Tampoco tiene esas facultades, porque eso lo decide la directiva, no él. Los directivos no han renunciado y él los cambia. Entonces el no respeta nada. Si no respeta los estatutos como partido en formación, imagínate si el partido llegase a constituirse… ni en lo poco puede ser fiel, en lo mucho menos”, sentenció en conversación con Cosmovisión.

Larrondo se defiende: «¿Qué crisis? Aquí no hay ninguna crisis».

Al ser consultado por Cosmovisión sobre la situación que vive el PACC, Abraham Larrondo habla de sedición, de conspiración de los renunciados. Sin embargo descartó que se trate de una crisis, y que por el contrario el partido que preside se encontraría en su mejor momento:

– Perdona, ¿qué crisis? Aquí no hay ninguna crisis. Al contrario el partido está demasiado bien. No son crisis, porque significaría que el partido perdió fuerza, perdió proyecto. No tiene nada que ver eso. El partido tiene un camino limpio, un poquito más desahogado, porque estamos operando con los que realmente queremos hacer las cosas. Entonces aquí no hay crisis, para nada. Así que no hables de crisis.

– Abraham, sería tapar el sol con un dedo. Aquí hay acusaciones serias.

– ¿Y tapar qué? No hay nada que tapar. Partimos con 100 personas y hoy tenemos más de 5000 personas. Con la clave única en el SERVEL en un fin de semana entraron como 500 personas. Entonces que se vayan unas pocas personas no representa ni el 0,1%. No estamos hablando de un partido que esté en caída libre. Esta gente que conspiró, y que se fue, la verdad es que no tenía ninguna injerencia real para poder hacer una crisis. De verdad que no, porque es gente que no estaba cumpliendo su trabajo, que no lo estaba haciendo bien, y que no fueron capaces de entrar en un proceso de evaluación interna. Siguen tratando de hacerle daño al partido pero no hacen daño porque la solidez nuestra es muy potente.

Sobre el supuesto liderazgo dictatorial, aseguró que es una crítica sin asidero: «Se hizo una auditoría y ahí se determinó que el problema estaba en la tesorería, no el presidente. Entonces yo no tengo dominio sobre ese tema, es un organismo autónomo. Es una falsedad absoluta. Un partido que no tiene fondos, y que ellos lo hagan aparecer como si tuviera problemas de plata, da hasta risa. Es evidente que ellos quieren llevar a un desprestigio a un partido que tiene apenas 2 meses de vida legal», señala enfático.

Consultado sobre la remoción arbitraria de los directivos aludidos, y el nombramiento de personas afines a su liderazgo en cargos clave, también se defiende: «Yo como presidente del partido no tengo ninguna facultad para sacar a una persona de la mesa. Lo que me corresponde es regular e informar al Tribunal Supremo que es la instancia que resuelve y determina esas situaciones. Yo lo que hice fue recoger la información que teníamos respecto a las cosas que estaban sucediendo, informamos al tribunal. Pero al minuto que se inició el proceso, ellos simplemente renunciaron».

Larrondo finalmente no escatima palabras para referirse al abogado Alfredo Quezada, ex asesor legal del PACC, y a quien acusa directamente liderar la ofensiva en su contra:

«Solamente se puede tomar como una suerte de sedición, no tiene otra explicación política: es un grupo de personas que se une para derrocar a un presidente. Esa es la figura real que están dejando, porque no se entiende que después de 6 meses de campaña digan ahora que yo me elegí solo. Yo no me puedo explicar todavía como una persona que es abogado comete una necedad como esa. En ninguna sociedad un partido se deshace porque una facción mínima de 12 personas se van. Estas son cosas básicas del derecho. Ellos dicen que yo saqué gente, siendo que en la escritura legal todavía están ahí, no se sacado a nadie. Quien debe hacer la enmienda es el Tribunal Supremo. Hay un desconocimiento tan absurdo del abogado renunciado del partido, al exigir cuestiones que van fuera de toda lógica política», concluye.

Gabriel Torres, del Tribunal Supremo: «El partido tiene que avanzar».

No podíamos dejar de preguntar sobre esta situación a otro miembro fundador, y quien actualmente preside la instancia disciplinaria del PACC en formación: el pastor Gabriel Torres. Según Quezada, el pastor Torres fue puesto ahí por Larrondo sin que el pastor Mena hubiera renunciado, lo que rechaza categóricamente. El aludido descarta que no cumpla con los requisitos para ocupar esa posición, ya que es «miembro fundador del partido en el sentido estricto de la palabra», al igual que el nuevo tesorero, Felipe Miranda. «Cuando yo conocí a Quezada el me dijo: ‘usted está aquí por ser una persona proba’. Yo no sé en qué minuto perdí mi probidad para él», se lamenta.

En relación a los cargos que pesaban en contra de los 12 miembros escindidos, Torres confirma que el presidente y el secretario solicitaron al tribunal hacerse cargo, pues se trataba de faltas éticas reñidas con la propuesta del PACC: Se habría afectado públicamente la imagen del partido, con descalificaciones y difamación de sus liderazgos en redes sociales y en otras instancias.

«Así que nos hicimos cargo, y en esto establecimos el debido proceso. Analizamos toda la información y los hechos concretos. Teníamos que finalmente deliberar para tomar una sentencia final, pero el proceso quedó truncado. Nosotros nos reunimos con la asamblea explicando la situación, y el procedimiento que íbamos a tomar. Pero esa noche durante la madrugada ellos mandaron esta circular. No hubo necesidad de escuchar a esas personas, porque renunciaron», explica Torres.

Sobre la legitimidad de los cambios que se realizaron, afirma que todos obedecen a una cuestión funcional, y que por lo demás asegura que han sido validadas recientemente por el SERVEL: «El partido tiene que avanzar y fueron hechos en esa dirección. Había un claro abandono de deberes, las personas no estaban funcionando en los cargos para los cuales estaban llamados, y había que tomar acción. Desde ese punto de vista se hicieron cambios para poder en el propósito del proyecto. Así que eso responde esta acusación de un carácter dictatorial que se imputa (a Larrondo). Yo en lo personal debo ser muy sincero: como miembro del partido, y como tribunal, hemos actuado con total libertad, sin ninguna presión», remata.

Eso si, reconoce que desde un principio las decisiones importantes siempre han sido tomadas por Abraham Larrondo, al que califica como «cerebro del proyecto», pero no de manera privada o secreta, si no frente a la asamblea quien lo ha ratificado reiteradas veces. «Toda la directiva fue escogida por Abraham, y es provisoria hasta la constitución definitiva del partido. Es un gran detalle», concluye Torres.

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